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Si hablamos del interiorismo en la gastronomía contemporánea, este se ha convertido en el prólogo. Antes incluso de abrir la carta, el comensal lee el espacio. Lo recorre con la mirada, lo interpreta. Y cuando un restaurante funciona, cuando todo encaja (la luz, la acústica, el mobiliario), la experiencia empieza mucho antes de que llegue el plato. Por eso los interioristas saben que elegir mobiliario para este tipo de proyectos es una decisión cultural. Un statement.
El diseño como prólogo de la experiencia gastronomica
Ahí es donde empieza la conversación con Resol. Nuestro mobiliario contract se ha convertido en un recurso para los estudios que buscan piezas capaces de habitar un restaurante con la misma naturalidad con la que un buen vino habita una copa. Discretas, precisas, con carácter. Mobiliario que entiende que cada restaurante tiene una identidad, y el catálogo de Resol puede adaptarse a crear la tuya.
Un ejemplo perfecto: ERRE & Urrechu, el asador de lujo del Hotel Torre Melina Gran Meliá de Barcelona. Diseñado por Mur Arquitectura, es uno de esos espacios donde todo parece tener una razón y un ritmo. La cocina, liderada por el chef Iñigo Pérez Urrechu, antiguo jefe de cocina de Martín Berasategui en pleno ascenso Michelin, funciona como una carta de amor al fuego. Erre significa “quemar” en euskera, pero el verbo aquí es más elegante de lo que parece: maderas de encina para la carne, de naranjo para las verduras, de olivo para el pescado. Tres intensidades, tres matices, un mismo respeto por el producto.
Comodidad, ritmo y paisaje
El espacio, por tanto, debía hablar el mismo lenguaje. Y el sillón Rest, diseño de Josep Lluscà, lo hace con naturalidad en este espacio. Para este proyecto, se tapizó en un verde profundo, diseñado para armonizar con una bancada sinuosa que recorre la sala: interior en el mismo tono verde, exterior en madera de nogal, respaldo alto y una curvatura que abraza y delimita, creando un paisaje envolvente.
Rest encaja precisamente ahí, donde la estética y la ergonomía se dan la mano. Su elegancia contemporánea permite integrarla en espacios de alta gastronomía sin perder su carácter versátil, y su comodidad convierte la sobremesa en un acto prolongado y un ritual. En un restaurante como ERRE, donde la experiencia es larga, cuidada y celebrada, esa comodidad es una necesidad que acompaña al lujo de la alta cocina. Una silla que sostiene la conversación, que acompaña un menú largo, que se convierte en compañera de la experiencia culinaria.
Por eso tantos restaurantes eligen Resol. Cuando hablamos de contract y hospitality, no se trata de llenar un espacio de sillas, sino de construir una experiencia memorable que dure más allá del plato principal. Y el sillón Rest, con su equilibrio entre diseño y bienestar, demuestra que el buen mobiliario puede amplificar la experiencia gastronómica. Como todo lo que realmente importa, se nota sin hacerse notar.