Entrevista a Josep Lluscà

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Entrevista a Josep Lluscà

“REST es una butaca elegante, cálida, amable y que destila una gran sensación de confort”

Josep Lluscà, diseñador de Resol

Josep Lluscà (Barcelona, 1948) nos recibe en su estudio situado enfrente de los Jardines del Turó del Putxet. De mirada tranquila, el diseñador emana calma. Nos invita a sentarnos en una sala de reuniones luminosa, en la que entran los primeros destellos de luz de la mañana. Un mueble a sus espaldas sirve de apoyo de miniaturas de sillas, libros sobre diseño y catálogos, todo en su sitio, ordenado. Y de forma natural empieza una agradable conversación sobre su relación con Resol y su último diseño para la firma, la colección REST, que se presentará en el Salone del Mobile de Milán, a mediados del mes de abril.

 

RESOL está a punto de presentar una nueva colección de sillas, REST, creada por su estudio. ¿Cómo definiría en una frase la esencia de esta colección?

Unas butacas elegantes, con una imagen natural, atemporal y actualizada de un clásico revisitado. Estética minimalista pero formalmente expresiva, cálida, amable y que destila una gran sensación de confort.

 

¿Qué valores diferenciales harán de REST una colección diferente a las que hay en el mercado?

La idea de diseñar una estructura única de 4 patas, en polipropileno inyectado, que pudiera acoger diversos tipos de respaldo, asiento y brazos con tapizado mullido y con estética y funcionalidades distintas.

 

¿Cuál fue el encargo de RESOL y cómo desarrolló la idea inicial?

Resol me encargó el diseño de una silla tapizada con espuma de poliuretano y patas de polipropileno inyectado, que fuera confortable. Es decir, una silla con funcionalidad de butaca, que propicie la comodidad. De esta idea inicial nació el nombre, ya que REST se ha pensado para parar el tiempo y buscar un momento de receso.

 

La colección se compone de dos modelos inicialmente, REST y REST LOW. ¿Cuáles son las principales diferencias y para qué uso está destinados estos modelos?

Es una colección que podrá irse ampliando con el tiempo y que está destinada a un uso tanto en el hogar como al contract en general: hostelería, restauración, salas de espera, recepción, bibliotecas etc.

 

Usted es un gran conocedor de la marca RESOL, lleva muchos años trabajando con esta empresa. ¿Qué proyecto de los realizados recuerda con más cariño?

La silla Tokyo, por su imagen atrevida, sin renunciar a la sencillez, la economía de materiales y el confort. Pienso que en el diseño de un producto no tan solo se trata de hacerlo diferente sino también de hacerlo mejor. El lujo y la ostentación me generan rechazo, el confort y la utilidad, bienestar.

 

Explique un poco más cómo fue el proceso creativo de Tokyo

Hay dos maneras de hacer diseño: una manera más arriesgada, con resultados más tardíos, y otra, de resultados más inmediatos. Los diseñadores tienen que salir de su zona de confort e ir a su lado más salvaje del diseño, me refiero a aquel estadio que ralla la extravagancia, la originalidad…Con Tokyo nos dejamos llevar. Sabíamos que tenía que ser diferente, pero mejor que diferente…Así que pensé en un esqueleto humano, como una forma completa, como decía Chillida. Empezamos a vaciar ese volumen y empezamos a recortar aquellas partes que no eran necesarias, consiguiendo la máxima ligereza. Nos quedamos con lo más esencial. Después empezamos a ver que nos recordaba las típicas puertas japonesas, al estilo de un torii, y nos dejamos llevar por el juego. Así nació Tokyo.

 

Un tiempo más tarde alguna de las partes que habíais recortado de la forma completa inicial la volvisteis a rellenar para ampliar la gama de Tokyo. Todo encaja…

Sí, correcto. Y de esta manera conseguimos ampliar la gama con la opción con respaldo tapizado.

 

Muchos de sus diseños para RESOL se han convertido en piezas icónicas, por su reconocimiento, como por ejemplo la silla y el taburete Woody, la silla Tokyo o la silla Lama. ¿Cómo recibe este reconocimiento?

En el proceso de creación de un producto hay dos momentos que me interesan particularmente: el primero, la emoción que produce el reto de enfrentarse a un proyecto nuevo y desconocido y en segundo lugar la satisfacción del reconocimiento posterior cuando el diseño se ha materializado. Adrenalina y Serotonina.

 

RESOL tiene una larga trayectoria como fabricante de muebles en polipropileno básicamente para exterior, pero en los últimos años ha ampliado su catálogo con una gama para interior, en la que ha aportado su granito de arena con colecciones diseñadas por su estudio como Skin o Shape. ¿Cómo ve esta ampliación de gama?

Como una evolución natural, por un lado tenemos la tecnología de inyección de material plástico que nos da unas grandes prestaciones como la durabilidad, la facilidad de limpieza etc. y por el otro la posibilidad de mejorar el confort a través del tapizado.

 

Como diseñador de producto está y ha estado en contacto con muchas empresas. ¿Qué valores destacaría de RESOL?

Además del gran equipo humano que conforma la empresa, la capacidad de producir objetos de un único material que puede reciclarse con una facilidad pasmosa, una silla monobloc está hecha de una sola pieza, no hay que desmontar o separar partes distintas para hacerlo. También su reducido coste económico que la pone al alcance de una gran mayoría de personas.

Hablemos de Josep Lluscà. Usted ha diseñado diferentes familias de productos. En el caso concreto de sillas, en más de una ocasión le hemos escuchado decir que la silla, a parte de ser atractiva estéticamente, tiene que ser cómoda. ¿Puede desarrollar un poco más esta idea?

Una silla que sólo sea bonita no tiene sentido. El acto de creación de un objeto consiste en la práctica de un proceso intelectual en el que todos los factores que intervienen en él tienen la misma importancia. O sea, es imposible atribuir a la forma, a la función, a la utilidad, a la estética, a los materiales, a la tecnología o a la ergonomía un lugar de mayor importancia respecto al resto de factores, porque es precisamente la suma de todos ellos la que nos ha de guiar a la solución óptima.

 

Su estudio ha cumplido 50 años. ¿Qué resumen puede hacer de su actividad todos estos años?

De cada uno de los proyectos que he realizado con mi equipo he aprendido algo nuevo, aunque siempre pienso que lo podía haber hecho mejor. Por eso permanentemente busco un nuevo reto, una nueva oportunidad. Y a eso nos vamos a dedicar los próximos 50 años.

 

¿Qué objeto le gustaría diseñar que aún no lo haya hecho?

Me gustaría poder diseñar una ciudad. ¡Por pedir que no quede!

 

¡Wow! Nada menos que una ciudad. Es un gran proyecto, nos lo tiene que explicar…

Es una utopía, pero voy a explicarlo. Para poder diseñar cualquier cosa tienes que conocer a las personas. Una ciudad es donde viven las personas. Yo no soy dibujante. Para mí diseñar es pensar, observar…y el dibujo es una herramienta para expresar lo que veo y cómo lo puedo transformar. Un buen diseño es aquél que se puede explicar. Es aquél que parte de una idea y que puede tener millones de formas. También la forma de una ciudad.

 

Una silla también está muy relacionada con las personas y su bienestar, ¿verdad?

Sí, absolutamente. Mies van der Rohe decía que es más difícil pensar una silla que un edificio. A mi me encanta diseñar sillas porque tiene una relación muy directa con el cuerpo humano. Una silla no deja de ser el molde del cuerpo de una persona.

 

¿Cómo ve el diseño de producto en Catalunya y en España?

Brillante, joven, maduro y consolidado.

 

¿El gran reto hoy en día es la búsqueda de nuevos materiales más que hacer diseños innovadores o las dos cosas van juntas?

Debe haber innovación tanto con los nuevos materiales como con los tradicionales.

 

Desde su experiencia, ¿qué mensaje le daría a los diseñadores jóvenes?

Diseñar es anticiparse, prever, pensar en cosas que todavía no existen. Un diseñador ve antes lo que otros verán después. Deben observar el mundo, ver que hacen las personas, que necesidades tienen. El deseo y la curiosidad son el motor de la creación.

 

La conversación finaliza con algunos apuntes más sobre el cambio urbanístico en Barcelona, la internacionalidad del diseño español y otras ideas sobre los límites del diseño industrial y el arte. Se podría hablar con Josep Lluscà durante horas e intentar absorber su gran conocimiento sobre el diseño y las personas. Él propicia esta transmisión sin estridencias, proyectando sabiduría desde la más absoluta discreción.